A quien madruga Dios le ayuda
29 septiembre 2008 at 10:04 am 1 comentario
Así entre nosotros, siempre he creído que esa frase popular no era más que el consuelo de los pobres hombres y mujeres que tienen que amanecer antes que el sol para llegar a la universidad, trabajo, colegio…Pero hoy, he visto la luz y he creído.
Yo cada semana cambio de horario, lo cual tiene sus cosas buenas y malas. Buenas: que unos días entro más tarde y puedo dormir un poco más, me evito el atasco de la A1 madrileña y que esos días incluso puedo probar una madalena antes de salir pitando. Malas es que cuando no madrugo me como el atasco de las 8 de la tarde en la A1 y para cuando llego a mi bonita ciudad, que es Madrid ( va por ti Rafa 😉 ) sólo pienso que esto no es calidad de vida y que ya no puedo comprar nada en el super del barrio porque me han cerrado y visito gustosa a mis amigos los chinos, que tanto hacen por nosotros, los españoles «sin tiempo que perder».
Tras esta introducción absolutamente desmedida, sigo con lo que os venía diciendo. Hoy, como no tengo memoria, olvidé a qué hora debía levantarme las semanas que entro antes a trabajar. La alarma «antilirón» ha sonado dos o tres veces y yo he amanecido cual resorte. Me he duchado, me he vestido y he desayunado con toda la calma. Tal era mi tranquilidad que hasta me he permitido revisar el correo y escuchar una canión antes de salir de casa. Cuando me he puesto el abriguete, porque ya hace algo de rasca, he mirado el reloj y salía de mi casa con más de media hora de antelación con respecto al horario correcto.
Qué fastidio- pensaréis. Pero no. Hoy no. Me he sentido genial. Estaba absolutamente despierta y con un optimismo fuera de lo habitual para ser un lunes. Así que he leído lo nuevo en Menéame, he revisado los comentarios y las estadísticas de Cmk (nota: gracias por seguir siéndome fieles aunque no pare de escribir insensateces) y he descubierto un nuevo blog. Había perdido absolutamente la ilusión por descubrir nuevos blogs interesantes para mí porque, cada vez más, creía que la blogosfera no era más que un copy paste continuo, y mirad por dónde, voy y encuentro algo nuevo, personal y fresco.
Luego me he permitido soñar despierta con un viaje e incluso he llegado a ponerle fechas. No tiene nada de raro, yo siempre estoy pensando en viajar, mirando vuelos y nuevos sitios que conocer. Debía ser por las horas, no creo que hubiese nadie consultando vuelos, que la página ha cargado rápido y me ha traído una atractiva oferta, que seguramente rechazaré por una, si cabe, más barata. Pero lo cierto es que me ha hecho ilusión.
Salgo de casa, aún de noche, y enciendo la radio de mi coche. ¿Y qué suena? Dos o tres canciones de las que yo llamo «buenrollistas», para comenzar el día y luego una intervención cómica de un tipo que me ha hecho reir en más de una ocasión. Con tiempo de sobra para llegar a mi trabajo y aparcar con calma, he conducido a 24 grados y cantando. Los que me hayan visto, habrán pensado que me dopo desde primera hora.
Como colofón, llegando a la salida de la A1 por la que debo desviarme he visto amanecer. El sol estaba enorme y de un naranja intenso.
Si esto no es un premio por haber madrugado, que venga Dios y lo vea.
pd: Mi optimismo a veces puede ser recalcitrante, siento si os he empalagado.
Entry filed under: reflexiones personales. Tags: a1, amanecer, atasco, buenos días, Dios ayuda, lunes, madrid, madrugar, optimismo.
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1.
Mari Pirela | 23 mayo 2012 a las 4:23 pm
Voy descubriendo tu site y me has inspirado a seguir escribiendo, no tengo posibilidades de hacer un blog pero investigaré a fondo y calcularé verdaderas posibilidades, me he identificado contigo de una manera espectacular. Seguid por este camino, colocando articulos no superficiales ni plasticos. La buena lectura se agradece. Feliz día. 😀