Y le vi en la cara lo que había visto
13 abril 2010 at 9:28 pm Deja un comentario
Ayer hubo un accidente delante de mi casa. Hay dos semáforos muy seguidos, uno de ellos siempre hay que esperarlo a un metro del otro. Esperas a que terminen de pasar los peatones e inicias la marcha. Parece sencillo pero los conductores se lo saltan siempre.
Ayer volviendo del gimnasio me encontre con una gran alboroto, ya os digo, muy cerca de casa. Muchas personas se agolpaban en un punto de la calle como mirando hacia el suelo nerviosas. Un hombre había sido atropellado por una motorista.
La mujer de la moto, honrada ella, estaba con un fuerte ataque de nervios y llamó de inmediato a la ambulancia quedándose en todo momento pendiente del hombre al que había lastimado.
La gente es cotilla por naturaleza y ante estas cosas se amontona para no perder detalle. ¿Sangra? ¿No sangra? ¿Se mueve? ¿Quién tuvo la culpa? Morbo en su estado puro. De repente, todos somos porteros y cotillas, y cada uno explica desde dónde lo vió y sentencia.
He visto cientos de accidentes en el cruce. Este no lo ví, gracias a Dios. Como sé bien que hay imágenes con las que no quiero irme a la cama rondando mi cabeza, hice todo lo posible para no ver al hombrecillo que había sufrido el terrible accidente. Si alguna vez lee esto y se recupera le mando un beso desde aquí pero yo a diferencia del resto evito ver heridas, accidentes, gente sufriendo, etc.
Con este propósito tan fuera de la norma pero no del sentido común, giré evitando al gentío, bordée al tumulto y retiré la cara en sentido contrario para no ver algo presumiblemente desagradable.
Y de repente, la mujer del abrigo y los labios rojos, le miró. Y no sé qué vió. Pero su cara dijo demasiado para mí.
No ví sus heridas, pero la mujer de rojo con su expresión me hizo una radiografía terrorífica de la situación. Su expresión fue consternadora, y sin mirar ví que la cosa pintaba fea.
Y es que hay caras que se quedan con lo que ven, reflejándolo.
Imagen del artículo obtenida de http://www.elobse.com/
También puedes leer:
Cómo saber qué velocidad tiene tu conexión a internet
Entry filed under: historia y leyendas, reflexiones personales. Tags: accidente, cruce, expresividad, moto, seguridad vial.
Trackback this post | Subscribe to the comments via RSS Feed