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Pastel frío de zanahoria, surimi y esparragos verdes
Esta receta la descubrí no hace mucho y es tirada de hacer.
La puedes hacer con un día de antelación para cuando vengan amigos a casa y quedarás como un auténtico chef.
Ingredientes:
Zanahoria. Yo tenía rallada en conserva, pero con dos o tres tenéis. Si no, un bote de zanahoria rallada.
9 espárragos verdes.
Surimi ( o 8 baritas de cangrejo picadas muy finas)
4 huevos.
200ml de nata líquida.
200 ml de leche.
sal
pimienta
Salmón para decorar
Mayonesa
Judías verdes divertidas
Las judías verdes con jamón son un clásico de los clásicos en toda casa que se preste. Hay madres que las hacen con patatas cocidas, madres que les ponen ajito, madres que las cuecen y las sirven con aceite, vinagre y sal y a mí, mi madre me las hacía divertidas. ^^
Las judías verdes tienen un alto poder antioxidante que nos protege del efecto oxidativo de las células. Además regula los niveles de glucosa en sangre y el mineral…
Judías Verdes Divertidas
Hoy os proponemos una nueva y divertida forma de comerlas.
1. Se limpian y cortan las puntas de las judías y se cortan en trocitos.
2. Se cuecen las judías.
3. Se rehogan con un poco de aceite de oliva.
4. Se les añade pavo, jamón york, jamón serrano o beicon ( al gusto =) )
5. Se colocan las judías con jamoncito en una fuente de horno.
6. Se hace un puré de patata más bien espeso.
7. Se coloca el puré sobre las judías en la fuente. Que cubra.
8. Se dibuja con tomate frito una espiral, un mickey, una flor, una carita, o lo que más os guste.
9. Se hornea durante 15 minutos a potencia máxima y a disfrutarlo.
La cara me ha dalido un poco gore, no? 😉
Coliflor con bechamel al horno
La coliflor por lo general es un plato que no gusta. No gusta por su aspecto soso, por su olor al cocerse y porque ni a niños ni mayores convence. A mi muy por el contrario sí me gusta. ¿¡Qué le voy a hacer ?! Me debí caer del tobogán y esa parte del cerebro la perdí. Me gusta la coliflor, el brócoli, el romescu, las alcachofas y en general todas las verduras.
Una forma más divertida y agradable de tomarlas es innovando. La coliflor cocida y con aceite puede no ser muy atractiva pero hoy os proponemos una idea para los más osados.
1. Cocemos la coliflor con un poco de aceite de oliva y sal.
2. Hacemos una bechamel suavecita y le incorporamos un poco de jamón ( ibérico si se puede o si no york, pavo…)
3. A la Bechamel le podemos echar un poco de nuez moscada y un pequeño toque de pimienta negra.
4. En una fuente de barro colocamos la coliflor de forma uniforme y vertemos sobre ésta, la bechamel hasta cubrir la bechamel y llenar la fuente.
5. Rallamos un poquito de queso.
6. Y… al horno. En 20 minutos tendremos un plato delicioso y con un ligero toque picante.
Empanadillas caseras
En veinte minutos tendremos un plato resultón.
Hacedlas para freírlas a continuación…No dejéis que se reblandezcan. Se hacen y se comen…o se congelan. Y ojo al calcular, que llenan eh!
Para hacer unas deliciosas empanadillas caseras vamos a comprar obleas en el super para rellenarlas nosotros mismos. Esta receta es muy muy sencilla y que os gustará mucho, porque además de aprender a hacerlas nosotros mismos mejoraremos nuestra alimentación al no comprar todos los productos congelados.
Para esta receta, compramos las obleas, que se suelen encontrar en la parte del super de yogures, nata líquida, etc… en refrigerados. Yo he comprado la marca que veis a continuación.
Porque es la que me enseñó mi madre pero también porque en relación número de obleas y precio es la que más me convence.
También os digo, yo para este artículo voy a rellenar las empanadillas de algo diferente a las típicas de bonito con tomate y huevo. Pero podéis hacerlas de un sabor o de varios os doy ideas:
– Bechamel, maíz y pavo.
– Bonito con tomate y huevo.
– Espinacas con piñones.
Y en esta receta, las vamos a rellenar con espinacas, queso fundido y pasas. (Es una manera divertida de tomar verdura y si hacéis esta receta con niños puede que incluso disfruten y las tomen 😉 )
Empezamos.
El relleno:
1. Las espinacas las podéis comprar frescas, hervirlas trocearlas y cocinarlas con un poco de aceite de oliva y ajito. Sabrán deliciosas. Sin embargo, yo voy a usar unos cubitos de espinacas congeladas que tenía en el congelador desde hace un tiempo.
Descongelamos el cubo de espinacas y escurrimos.
Las ponemos en la sartén con un poquito de aceite de oliva, para darlos un toque más sabroso.
2. Mientras vamos a coger las pasas y las ponemos en un vasito con agua para que vayan absorbiendo y se hidraten.
3 .En otra sartén, pondremos queso rallado o el queso que queráis incorporarle a las empanadillas. El queso de cabra por ejemplo le dará un toque muy rico. Yo voy a poner un poco de nata líquida y pongo el queso en la sartén hasta que se funda y se ligue con la nata.
4. Cuando lo tengamos, vamos a pasar el queso fundido a la sartén con las espinacas. Y revolvemos para que se mezcle bien.
5. Tras diez minutitos o así las pasas ya estarán hidratadas. Quitamos el agua sobrante y ponemos las pasas en la mezcla de espinacas y queso. Encendemos el fuego o la vitro y le damos un poquito de temperatura a la mezcla mientras revolvemos bien.
Bueno pues ya tenemos hecho el relleno.
Las obleas:
Vamos con las obleas. Para los que nunca hayáis visto unas empanadillas no rellenas, las obleas tienen una forma circular. Si no están congeladas se pueden usar tal cual. Si las congelasteis cuando las comprasteis sólo tenéis que escoger las queráis rellenar y esperar a que se descongelen y sean maleables.
En la foto1 de este artículo veis la oblea antes de rellenarla.
Las empanadillas:
1. Cogemos un poquito de la mezcla de relleno y lo ponemos en el medio de la oblea. Ojo, no carguéis mucho. Es preferible poner un poco y luego otro pelín más, que cargar y que las empanadillas queden super llenas y se «espapurcie» todo mientras se frían en la sartén (dudo mucho que la RAE me acepte el verbo, quería decir que se salga el relleno y pongamos bonito el aceite…). Decíamos, las empanadillas deben poder cerrarse.
2. Cerramos la oblea doblándola a la mitad y apretamos los bordes con las yemas de los dedos. Y así con todas las que queráis.
3. Ya sólo queda el toque final. ¿nunca os habéis preguntado cómo se hacen las marquitas de los bordes de las empanadillas? Pues os voy a desvelar el secretazo ^^ Cogemos un tenedor y con las puntas vamos aplastando el borde dibujando esas marquitas.
Y ya está, ya tenemos nuestras obleas rellenas con nuestras espinacas, quesito y pasas. Sólo nos falta hacerlas.
Otra versión de empanadilla más propia de restaurante oriental…
Por último: Freirlas.
Colocamos una sartén alta con mucho aceite al fuego o a la vitro. Cuando el aceite este bastante caliente, bajamos un poco el fuego o la potencia y vamos a ir poniendo las empanadillas. Ponemos poquitas para poder tener espacio para maniobrar y sacarlas.
Ventajas con respecto a las congeladas: nuestras empanadillas no enfrían el aceite, por tanto se hacen antes sin tener que esperar a que se vuelva a calentar.
Y no necesitan tanto tiempo en la sarten, porque el relleno no está congelado.
Unos pocos segundos para que se haga la oblea y tendremos unas empanadillas deciciosas, sanas y muy resultonas. Ñam!!
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