Posts tagged ‘educación’

«Fauna y Flora» en las piscinas municipales

Cada año por estas fechas, solía haber ido a las piscinas municipales de Madrid a pegarme un chapuzón. Este año lo estoy retrasando lo más posible y no porque le haya cogido asquete al agua, sino porque cada vez que voy me encuentro gente de lo más diversa y variopinta.

«Es lo suyo»- pensaréis. Al no tener piscina te juntas con todos los que no tienen y quieren disfrutar de unos largos por la tarde o de un chapuzón estival. Pero, tanto si la piscina es de una comunidad de vecinos como si es una municipa,l hay unos convencionalismos, unos comportamientos admitidos y unas normas de convivencia mínimas.

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09 agosto 2010 at 1:01 pm 2 comentarios

El otro día en el metro sentí su desprecio

633700418026602390-metro1Un chico del Este va dejando papelitos pidiendo ayuda para alimentar a su hijo pequeño. Dice no tener trabajo y  no poder conseguir dinero de otra forma… Recorre todo el vagón dejándonos un papelito a cada uno y da tiempo para que la gente lo lea. Luego pasará recogiendo uno a uno, cuando a la gente le haya dado tiempo a conocer su historia.

Algunos removemos la calderilla de nuestros bolsillos para ver si podemos sacar algo que no sea cobre. Otra gente lo coge o lo deja en la silla más cercana para que lo vuelva a coger, porque no pueden o no quieren darle dinero…

Pero un señor tuvo el desprecio más grande que yo he visto. Aún sigo marcada.

El chico del Este dejó su papel sobre la pierna del señor sin apenas rozarlo y el señor puso una cara de asco extrema, haciendo un gesto claramente ofensivo, movió su pierna para tirar el papel al suelo y miró al chico con el mayor desagrado que yo he visto jamás. El chico pobre, tan mal se sentió, que recogió del suelo su papelito y siguió su camino. Mientras estaba agachado el pobre, el hombre malhumorado farfulló algo.

Yo me sentí ofendida por el chico. Miré al señor con el mismo asco con el que él había tratado al pobre y dejé bien claro que me cambiaba de sitio por lo que acababa de ver. Estuve a punto de decirle:

«No sé quién me merece más pena, si él por no tener dinero, o usted porque jamás conseguirá la categoría ese pobre hombre»

A veces el mundo me da pena y la gente, en concreto este tipo de gente ASCO.

Imagen @ http://www.todo-mascotas.com/

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11 noviembre 2009 at 6:39 am 4 comentarios

Los hombres grises de los cuentos de cuando éramos pequeños

No sé si recordáis la maravillosa y simple historia del cuento de Momo de Michael Ende. Muchos la leímos de niños:

Momo era una niña con el pelo lleno de rizos y nada que declarar a Hacienda. Vivía en unas ruinas de un anfiteatro romano de un pueblo lleno de gente que necesitaba hablar con alguien y ser escuchada. Desde que Momo llegara al pueblo, todos encontraron, en aquella niña de ropa grande, una amiga, una consejera y una maestra.

El libro es para niños y para no tan niños. Como sabéis aquellos relatos escritos de forma simple encierran grandes teorías dignas de los mejores filósofos e intelectuales. Igual que pasa con El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, el cuento de Momo de Michael Ende, que en 1974 fue galardonado con el «Premio de Literatura Adolescente de Alemania» debiera ser de obligatoria lectura a partir de ciertas edades y a partir de algunos indicios de comportamiento.

Pero, ¿quiénes eran los hombres grises?

Los Hombres de Gris eran unos extraños individuos que representan al Banco de Tiempo y promocionan la idea de ahorrar tiempo entre la población (tiempo que puede ser depositado en el Banco y devuelto al cliente después, con interés). En realidad, hacen que la gente lo olvide todo salvo su obsesión por ahorrar todo el tiempo posible para un hipotético uso posterior. Gradualmente, la siniestra influencia de los hombres de gris afecta a toda la ciudad: la vida se convierte estéril, se deja de hacer todo lo que se considera perder el tiempo, como el arte, la imaginación o incluso dormir.

Los edificios y las ropas están hechos exactamente de la misma forma para todos y el ritmo de vida se torna ajetreados. En realidad, cuanto más tiempo ahorra una persona, menos tiene: los hombres de gris lo consumen en forma de cigarros, hechos de pétalos secos de los lirios-horas que representan el tiempo. Sin esos cigarros, los hombres de gris no pueden existir.

Momo, por su especial personalidad, se convierte en un obstáculo para los planes del Banco de Tiempo.

Pues hoy me he sentido Momo, bueno hoy, y muchos días, lamentablemente. Ya cada vez menos gente valora lo que yo valoro. Y todo son prisas en mi ciudad y agobios, atascos y malas contestaciones… porque, ¿para qué vamos a parar? ¿Por qué no detenerse a responder con una sonrisa, a dar las gracias, a abrirle la puerta a alguien o a simplemente ayudar a alguien que no encuentra una calle? 

El tema principal del libro de Momo es la crítica feroz al consumismo y a un modelo economicista que olvida esos pequeños momentos y sensaciones que no tienen valor económico y por tanto puedan parecer superfluas. Justo en plena crisis económica, cuando parece que el mundo entero y su sistema de valores se está resquebrajando, por favor no olvidéis esos momentos superfluos que no son canjeables por enormes cantidades de dinero.

 

Perded vuestro tiempo. 
Esos momentos son los que merece la pena vivir.
No os olvidéis de ellos.
No os volváis grises.

Recordad cuando érais niños. Hoy salid antes de la oficina, poned una canción que os guste, ceded el paso en las rotondas y llegad a casa tranquilos, preparad una buena cena y contadle un cuento con veintitres años de solera, como el de Momo, a vuestros hijos.

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11 octubre 2008 at 9:00 am 7 comentarios

Estudia Hijo…

Increíble viñeta que critica la realidad pero que que es tan cierta y dura como la vida misma.

Cada vez hay más paro en este país, también debido a la situación de crisis que vivimos, y que esperemos sólo sea parte más de un ciclo que nos toque vivir, pero…

Antes los padres les decían a sus hijos que se formaran por lo que ellos no pudieron,  ya que tuvieron que pasar la guerra y ponerse a trabajar antes de tiempo, perdiendo parte de su infancia por sacar a a familia adelante.

Después que estudiasen para poder ser alguien el día de mañana y poder vivir bien y formar una buena familia, dándoles todo lo mejor.

Nuestra generación recibió parte de esos ánimos, siendo una de las generaciones con mayor número de universitarios y profesionales, universitarios o no, con estupendos resultados, pero muchos de ellos aún están en paro. Especialmente delicada es la situación de informáticos, periodistas, biólogos y médicos diría yo.

¿Y la siguiente generación? ¿Qué les diremos? <<Hijo mío, tú apúntate a Gran Hermano, a La isla de los Famosos, a OT  y monta un buen escándalo, critica a todo el mundo, cuando salgas te paseas por los platós de las distintas cadenas, dejas que te olviden por un tiempo y cuando te falte dinero reapareces haciendo un par de montajes que susciten polémica, denuncias a alguno que eso vende,  y después de desfilar un poco por los juzgados haces un Interviú para acabar cayendo en el olvido de todos los que una vez estudiaron.>>

Virgencita, que me quede como estoy.

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05 julio 2008 at 12:49 pm 3 comentarios

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Soy Aik, tengo 30 años y vivo en Madrid. Tras años en foros y webs monté mi blog El mundo de Aik y mi tienda online bababux.com
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